lunes, 2 de febrero de 2009


EL PADRINO III
Dieciséis años después de la segunda entrega de El padrino, le había llegado el momento al siguiente y, por ahora, último capitulo de la saga de la familia Corleone. La historia se inicia en la ciudad de Nueva York en 1979. Michael Corleone ("Al Pacino") está siendo homenajeado por su labor caritativa a través de la Fundación Corleone, que ayuda a los pobres y se dedica especialmente a la recuperación de Sicília. Kay ("Diane Keaton") se ha divorciado de Michael y se ha vuelto a casar. Su hija Mary (Sofia Coppola) es presidenta de la Fundación Corleone, mientras que su hijo Anthony (Frank d`Ambrosio) va a debutar próximamente como cantante de ópera. El hijo ilegítimo de Sonny, Vincent Mancini (Andy Garcia), sobrino de Michael, manifiesta su deseo de prosperar dentro de la familia. Michael le acaba incorporando a su equipo personal. Vincent y su prima Mary inician un romance. Michael acepta cubrir las pérdidas del Banco Vaticano a cambio de controlar lmmobillare, la corporación vaticana. Sus antiguos socios quieren entrar en el negocio para blanquear dinero, pero Michael quiere que la legitimidad de la operación sea absoluta y los rechaza. También se encuentra con la oposición de los otros miembros de la junta directiva de Immobillare. Tras una crisis diabética, Michael le dice a Vincent que le va a convertir en el jefe de la familia, pero que tiene que dejar a Mary. Durante el debut de Anthony en Palermo, con Cavalleria Rusticana, los Corleone se unen para encargarse de sus muchos enemigos e intentan salvar la vida del papa Juan Pablo I (Raf Vallone), que ha ratificado el acuerdo de Immobillare pero que es súbitamente asesinado por facciones rivales del Vaticano. Michael y su hija son tiroteados en las escaleras del teatro de la ópera, y ella acaba muriendo. Aunque la familia sufre un duro golpe, también consigue eliminar a sus más funestos enemigos : Don Altobello ("Eli Wallach"), un viejo amigo de la familia que realiza el doble juego y que contrata al tirador que deberá atentar contra Michael ; y Fredrik Kelmszig (Helmut Berger), contable del Vaticano, que forma parte del complot contra los Corleone (así como todos aquellos que le secundaban que también son eliminados). Pacino actúa con el aplomo y el carisma que le son característicos y tiene algunas escenas especialmente destacables, como cuando se confiesa con el cardenal Lamberto que posteriormente se convierte en Juan Pablo I. Rompiendo a llorar, le dice: He matado al hijo de mi madre, al hijo de mi padre. También está excelente cuando reacciona a la muerte de Mary en la escalinata del teatro de la ópera y pronuncia un desgarrador grito de remordimiento y angustia. Una de las pocas explosiones de ira de Pacino ocurre cuando se entera de que su sobrino ha cerrado la boca a alguien sin su permiso: Esto no es lo que yo quería, grita desesperadamente ante el asesinato de Joey Zasa en plena calle por parte de Vincent. Queda claro que Michael quiere entrar en una nueva etapa donde la violencia ya no tenga que utilizarse pero no puede librarse de su destino. Quizá la sensación de esta película sea la presencia de Andy Garcia (fue nominado como mejor actor secundario) interpretando el papel de un altivo pero sensible Vincent que, con el tiempo, pasará a convertirse en el nuevo padrino. Comparte los arranques de ira de su padre, Sonny, pero tiene más capacidad de reflexión además de una mayor dosis de serenidad lo que le convierte en el candidato perfecto para hacerse con el poder en la familia. La negativa del hijo de Michael a la hora de entrar en el negocio familiar le abre las puertas. La película fue nominada en siete categorías aunque no consiguió ningún premio. Aquel año el film triunfador fue Bailando con Lobos de "Kevin Costner", que logró siete estatuillas.

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